Samsung Galaxy S III: un smartphone para dummies

Pese a lo delicado que puede verse, el Samsung Galaxy S III es el smartphone está diseñado para el trabajo pesado, resistiendo golpes y rayones y estará a la venta en Colombia a partir del viernes 13 de julio.

En la actualidad, en países europeos, asiáticos e incluso Estados Unidos, ha dejado de ser prioridad el hablar por teléfono a la hora de adquirir un smartphone. Lo principal es la navegabilidad, la posibilidad de la interacción en redes sociales, la reproducción de música y la descarga y el compartir archivos con otro tipo de equipos.

Pero en Colombia la realidad, por muchos factores, es diferente, que lleva en muchos casos a que sólo se use hasta un 20 por ciento de las bondades de un aparato de alta tecnología como un smartphone. Pensando en ese tipo de situaciones y mercados, Samsung creó el Galaxy S III, con el cual buscaron ofrecerse a sus consumidores una experiencia más sencilla, inteligente y mejorada a la hora de manejar este dispositivo.

“En Colombia la gente suele comprar los smartphone por bonitos, delgados o livianos, los que conocen un poco más hablan de los procesadores, los megapixeles de la cámara, pero en la vida diaria, el consumo de ese producto se vuelve muy básico, en recibir, hacer llamadas, mandar mensajes y subir información redes sociales. Pagar por un equipo un dinero considerable, sólo para este tipo de usos, no tiene razón de ser. Nuestra idea es lograr que el usuario conozca la tecnología, que sea un elemento complementario de su vida, lo que llevará a que exista un consumo más grande de smartphone, junto al aumento de la venta del consumo de aplicaciones, que realmente sea una oficina móvil”, afirma Patricia Velázquez, directora de la división HHP Celulares de Samsung.

Este equipo que llegará al mercado colombiano el próximo viernes 13 de julio, quiere seguir seduciendo al público ya cautivo de Samsung, a las nuevas generaciones que ya nacieron con el chip de la tecnología, pero también a quienes se les dificulta entender que es un procesador, por qué es bueno contar con la versión Android 4.0 o se pierde en el sin fin de aplicaciones con las que puede mejorar la experiencia en un smartphone.

“Interacción intuitiva, muy práctica, ha sido la prioridad en este equipo”, comenta Patricia Velásquez. “El Galaxy S III se inspiró en la naturaleza, con el sentido del tacto y del oído, con el sonido del agua cada vez que se toca la pantalla, así como los ring tones con los cuales viene precargado el equipo, porque era una necesidad que los mismos usuarios solicitaron”, agregó.

Contando con la versión de Android 4.0 y cuatro procesadores, lo que permite, entre otras cosas, la descarga de archivos de 100 megas en 28 segundos, cuenta con una serie de funciones inteligentes, reconocimiento de voz y rostro, que no aumentan el consumo de la batería. De hecho, este equipo consume 20 por ciento menos batería que el Galaxy II.

 Belleza y resistencia

Quizás, al verlo, sienta que es un equipo de lujo, algo delicado, pero la verdad es que es uno de los smartphone más fuertes del mercado. Con un sistema resistente a rayones y golpes fuertes, pensando en aquellos que quieren un dispositivo de trabajo pesado.

Pantalla de 4.8 pulgadas de alta definición y cámara principal de ocho mega pixeles, con la posibilidad de tomar ocho fotografías en ráfaga, incluso con la posibilidad de que ella misma le sugiera la que mejor quedó. Esto sin contar con la función para fotografías panorámicas.

Aquí, cuenta con el Burst Shot, que permite tomar hasta 20 fotografías, que es ideal para capturar objetos en movimiento, para que el usuario no pierda ningún detalle de la acción. Junto a él, el Buddy Photo Share, que permite compartir una foto de manera rápida y fácil, reconociendo rostros y vinculándolos a los contactos del usuario, utilizando como guía las etiquetas previamente establecidas por él.

Cuando el usuario vea un pequeño ojo parpadeando, es porque está activo el Smart stay, el que le permite reconocer cuando se usa el teléfono y no apagar la pantalla. Si lee un libro electrónico, detecta si la persona tiene los ojos abiertos y así no apaga la pantalla.

Direct call es la llamada directa. Si se recibe un mensaje de texto o por chat, se puede sencillamente acercar el teléfono al oído y de inmediato se genera la llamada.

Una de las debilidades de las anteriores versiones de los Galaxy estaba en las alertas inteligentes, donde ahora son mucho más puntuales en anunciar llamadas perdidas, si está cargado o si requiere de recarga. “Adicional a esto, si se tiene por mucho tiempo el dispositivo lejos de su alcance, cuando regrese a él, generará una vibración para anunciarle que tiene cosas pendientes por revisar”.

Todas las acciones del teléfono se pueden realizar de manera más ágil, como a la hora de manipular una fotografía, activarle el zoom, se puede hacer a través del movimiento del dispositivo. Si está viendo un vídeo y quiere detenerlo, solo hay que colocar la pantalla boca abajo, al igual si le entra una llamada, no desea contestar pero tampoco quiere escuchar el ring ton, puede realizar la misma operación.

Si bien es cierto que por ahora sólo llegarán al mercado colombiano con una capacidad de 16 gigas, a través de una tarjeta podrá ampliar dicha memoria a 64, junto a 50 gigas que cada equipo cuenta en una nube, así que la memoria no es problema.

Si no sabe donde dejó su smartphone y lo tenía en modo silencio, Samsung cuenta con un servicio que a través de Internet el usuario puede hacer sonar su dispositivo para encontrarlo fácilmente. Además, por allí podrá bloquear o recuperar toda su información.

Todo esto se complementa a través de cursos gratuitos los sábados en la Torre Samsung en Bogotá, con la idea de ampliarlos a otras ciudades del país, donde los usuarios, tanto de smartphone como de tablets, puedan sacarle el mayor provecho a sus equipos. Además, el acceso a un call center donde todas las inquietudes pueden ser resueltas.

La idea del Samsung Galaxy S III es seguir enamorando a sus usuarios conquistados, pero a la vez, dejar sin excusa a todo aquel que no se ha animado a tener un smartphone, por considerarlo, un aparato difícil de manejar.